Los eclipses solares pueden afectar a las personas de varias maneras:
Daños oculares
La exposición a la luz ultravioleta intensa durante un eclipse solar puede causar quemaduras en la retina. Esto puede provocar alteraciones visuales que pueden llegar a ceguera permanente. Los efectos pueden verse hasta horas después de la exposición.
Otros daños
Otros daños pueden ser el pterigión, que es un crecimiento de la conjuntiva que bloquea la visión y el cáncer de piel alrededor de los ojos.
Daños a la piel
La exposición crónica al sol puede hacer que la piel se vuelva gruesa, arrugada y curtida.
Estado anímico
Los eclipses también pueden producir dolores de cabeza, insomnio, ansiedad, angustia, melancolía y confusión.
Influencia social
Los eclipses también pueden representar un punto de inflexión para la toma de conciencia, plantear cuál es nuestro deber social y el aporte que podemos hacer.
Para apreciar un eclipse, no debes usar lentes de sol, binoculares, cámaras fotográficas o de video, vidrios ahumados, filtros polarizados, telescopios o películas de color expuestas.
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