Hoy recordamos el sacrificio supremo de Jesús en la cruz, entregando su vida por amor a la humanidad. Que su sacrificio nos inspire a vivir con gratitud y compasión, confiando siempre en su promesa de vida eterna.
Recordemos que Jesús sufrió una muerte que no merecía y su cuerpo fue azotado, recibiendo Él el castigo en lugar de nosotros.
Con Su sacrificio nos hizo libres de las cadenas del pecado, adicciones, enfermedades, resentimientos y demás.
Que en este día, meditemos en lo importante que es para nosotros Su sacrificio.
Jesús, gracias por tu gran amor que te llevó a entregar tu vida en la cruz.