Chihuahua se encuentra en una situación crítica debido a una devastadora sequía que afecta el 90% de la superficie agrícola en el estado. Esta sequía, que persiste por más de dos años, ha tenido un impacto desgarrador en la producción agrícola y pecuaria de la región.
En el presente año, se ha documentado una alarmante pérdida de hasta el 30% en los cultivos de riego clave como algodón, maíz, frijol, nuez, alfalfa, chile verde, maíz amarillo y cebolla. La Secretaría de Desarrollo Rural de Chihuahua ha alertado sobre las consecuencias devastadoras de esta sequía, que ha conllevado a una drástica reducción del agua disponible para los cultivos, planteando serios desafíos para los productores agrícolas y anticipando una disminución en el rendimiento de las cosechas.
En la árida región de la Sierra Tarahumara, la situación es aún más precaria, con una condición de sequía extrema y excepcional. Se han reportado pérdidas generalizadas de pastos y una escasez crítica de agua en embalses, arroyos y pozos. La ausencia de lluvias y los niveles históricamente bajos en los embalses han generado preocupaciones acerca del suministro de agua para la agricultura y el cumplimiento de los acuerdos internacionales de entrega de agua a Estados Unidos.
Es imperativo tomar medidas urgentes para abordar esta crisis de sequía en Chihuahua y buscar soluciones sostenibles que aseguren la seguridad alimentaria y el bienestar de la población afectada. Esta situación demanda la colaboración conjunta de autoridades, agricultores y la sociedad en su conjunto para mitigar los impactos adversos de esta prolongada sequía en la región.