Tras una exhaustiva reunión, los líderes sindicales del ISSSTE en Parral han optado por no proporcionar información sobre los hechos que hoy aquejan a los trabajadores. Esta actitud deja en evidencia un posible mal funcionamiento interno que no solo afecta a los empleados, sino que también repercute directamente en los derechohabientes.
El descontento entre los trabajadores se traduce en una disminución en la calidad del servicio, y esto no es un tema menor. Los derechohabientes han manifestado su inconformidad, señalando que la falta de atención a las problemáticas internas está perjudicando la atención médica que reciben.
La negativa de los líderes sindicales a transparentar la situación actual es una falta de respeto hacia la ciudadanía y una muestra clara de que hay algo que ocultar. La salud y el bienestar de los pacientes dependen de un entorno laboral saludable y comprometido, y esta opacidad solo perpetúa un ciclo de insatisfacción y deterioro en la atención.