- Es casi una décima parte del total de casas en este municipio
Más de mil viviendas en el municipio de Guadalupe y Calvo no cuentan con conexión a la red general de agua potable de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
Según los datos oficiales publicados en el portal del coneval, este número representa cerca del 8% del total de viviendas en la región, lo que refleja un grave rezago en infraestructura básica para la población local.
La falta de acceso a servicios de agua potable en este municipio, uno de los más aislados de la Sierra Tarahumara, plantea desafíos significativos para la calidad de vida de sus habitantes, quienes dependen en su mayoría de métodos alternativos, como pozos y acarreos, para abastecerse de agua.
En este contexto, la Comisión Estatal de Vivienda, Suelo e Infraestructura (Coesvi) estima que se requiere una inversión de 51.7 millones de pesos para solucionar esta problemática. La inversión permitiría instalar 100 metros lineales de tubería en cada hogar que actualmente no cuenta con acceso a la red de agua.
Este proyecto ayudaría a conectar de forma segura a las viviendas con la infraestructura principal, llevando agua limpia a cientos de familias que hoy carecen de esta garantía.Especialistas en derechos humanos y salud pública coinciden en que la falta de acceso a agua potable afecta negativamente la calidad de vida y la salud de la población.
Guadalupe y Calvo, con una dispersión territorial considerable, enfrenta desafíos adicionales para conectar las zonas rurales con la infraestructura de servicios básicos.
Para los habitantes de estas zonas, el costo de obtener agua potable puede implicar gastos adicionales o desplazamientos diarios que, a su vez, incrementan los costos y reducen el tiempo disponible para actividades productivas y educativas.
Mientras tanto, las familias de Guadalupe y Calvo continúan a la espera de soluciones que les permitan acceder al agua, un recurso básico y vital que, en pleno siglo XXI, debería estar al alcance de todos los chihuahuenses.