Tras los violentos hechos ocurridos el fin de semana en Parral, con saldo oficial de 8 muertos y la presunta incursión de un grupo criminal en la ciudad, el pánico sigue reinando sobre la población al grado de la suspensión de clases en algunos planteles de nivel superior.
De forma oficial, el Conalep suspendió las clases presenciales en su plantel en Parral y su extensión en Santa Bárbara, dando la indicación de laborar de forma virtual y a distancia para no exponer a los jóvenes y personal a alguna situación de alto riesgo.
Lo mismo pasó con el Cobach, mediante un comunicado oficial dieron a conocer la suspensión de clases con motivo de los hechos violentos registrados en la ciudad recientemente y por el temor que existe en padres de familia de que se registren otros acontecimientos de alto impacto.
En el caso del Tecnológico de Parral también hubo algunas adecuaciones para prevención y protección de sus alumnos, sobre todo los que vienen de otros municipios, por lo que estos recibirán clases a distancia y suspendieron clases presenciales en el campus Santa Teresa, ubicado justo a unos metros de donde ocurrió la masacre en la carretera a Jiménez.
En el CBTis 228, las clases no fueron suspendidas, sin embargo, el ausentismo de los alumnos se hizo presente debido al mismo temor que prevalece en la población, sobre todo en los padres de familia.
A pesar de que el director de la institución indicó que continuaban laborando de manera normal, ya que no había una amenaza directa contra el plantel y los alumnos están seguros dentro del mismo no se suspendieron actividades.
Lamentablemente fueron pocos los alumnos que acudieron, ya que en su mayoría decidieron regresar a sus casas o ni siquiera acudir a tomar las clases.
Desde el fin de semana se ha notado un considerable freno en las actividades debido a esta situación de violencia en Parral y que, ha provocado el terror en la población por la incursión del grupo delictivo de «La Linea» que mantiene una guerra por la plaza de Parral con el grupo de «La Gente Nueva».
El temor de la población es que la ciudad se vuelva una zona de guerra como ha pasado en otros municipios como Guadalupe y Calvo y Guachochi, donde incluso han resultado afectados inocentes, por lo que exigen al gobierno nuevamente realice acciones preventivas y no ya cuando estalle la guerra en la ciudad.





