Tras los impactantes informes revelados por los empleados sindicalizados de la minera Grupo México, se ha confirmado la interrupción de las labores de extracción de mineral en la zona de Santa. Esta decisión drástica fue tomada luego de que se descubriera un robo de pólvora en las instalaciones de la compañía, desencadenando una serie de consecuencias que han alterado significativamente la operatividad del yacimiento.
El acto delictivo de sustraer pólvora, un material altamente peligroso y regulado, es considerado una seria violación a las normativas de seguridad y está penalizado conforme a la ley, siendo la SEDENA la entidad responsable de velar por el control y la autorización en el uso de explosivos en el país. Ante esta situación, la minera se vio forzada a detener momentáneamente sus actividades de extracción para colaborar con las investigaciones y mitigar los riesgos asociados a la pérdida de explosivos.
Aunque se proyecta que la suspensión de las labores de extracción se prolongue durante al menos tres meses, resulta alentador destacar que la minera Grupo México continúa operando en aspectos de limpieza y mantenimiento de la planta de producción, garantizando la continuidad de ciertas operaciones esenciales para la empresa.
Sin embargo, la incertidumbre se cierne sobre el futuro de la mina, ya que una vez se agote el mineral disponible para extracción, se vislumbra la posibilidad de un nuevo paro si no se solventan los problemas relacionados con la obtención de los permisos de pólvora necesarios para reanudar plenamente las actividades en el lugar. La presión aumenta para encontrar una solución rápida y efectiva que permita volver a la normalidad y evitar mayores contratiempos en la producción y el empleo en la zona de Santa.